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Salud sexual y diabetes

Hablar de salud sexual puede muchas veces ser un tema tabú, pero la salud sexual se relaciona tanto con nuestra salud física como emocional.

De acuerdo con la definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud sexual es un aspecto fundamental para la salud y el bienestar general de las personas, las parejas y las familias, así como para el desarrollo económico y social de las comunidades y los países. La salud sexual, considerada afirmativamente, requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, sin coerción, discriminación ni violencia.

Función sexual y diabetes

El deterioro de la función sexual es una de las más importantes y graves complicaciones de la diabetes. 

En los hombres, los principales problemas son la disfunción eréctil, las alteraciones en la eyaculación, disminución en los niveles de testosterona y la pérdida del deseo. La prevalencia de las disfunciones sexuales en los hombres con diabetes se acerca al 50 %. 

Aunque en las mujeres este porcentaje parece ser menor, la neuropatía diabética y la insuficiencia vascular pueden resultar en disminución del deseo, disminución de la lubricación vaginal, problemas para lograr el orgasmo y dolor al mantener relaciones sexuales.

Tanto en hombres como mujeres, optimizar el manejo glucémico es central en el abordaje al tratamiento de estos problemas. 

En los hombres, dependiendo del grado de disfunción, el tratamiento puede incluir fármacos de distinto tipo al igual que intervenciones mecánicas.

En las mujeres, el tratamiento requiere un abordaje mutidisciplinario con participación de distintos profesionales sanitarios e incluyendo apoyo psicológico.

Estos problemas dependen en mayor o menor grado del control metabólico, los años de evolución de la diabetes y la edad de las personas (estos problemas pueden también tener origen en la edad y otras condiciones de salud, no sólo diabetes).

Cuando surgen problemas o dificultades deberíamos recurrir en primer lugar a nuestro profesional de atención primaria, quien mejor nos conoce y mejor nos puede orientar en los siguientes pasos e indicar otros profesionales que podemos o debemos consultar: urólogo, ginecólogo, endocrinólogo y psiquiatra o psicólogo, que deberían trabajar de forma coordinada para el tratamiento de las alteraciones de la función sexual como consecuencia de la diabetes.

Puntos clave a tener en cuenta si se presentan dificultades o dudas

  • Buscar ayuda profesional: médicos especialistas
  • Buscar soporte emocional: profesionales de la salud mental
  • Trabajar en pareja