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Accidentalmente me Apliqué 18 Unidades de la Insulina Equivocada

Escrito por: T'ara Smith MS, Educación en Nutrición

4 minutos de lectura

diciembre 20, 2021

Jean Flunker nos cuenta cómo se equivocó accidentalmente de insulina y su opinión sobre el estigma de la insulina en la diabetes tipo 2.

Para algunas personas con diabetes de tipo 2, el uso de la insulina es una necesidad para mantener los niveles de glucosa dentro de los objetivos establecidos. Sin embargo, sabemos que usar demasiada insulina puede provocar una hipoglucemia (niveles bajos de glucosa en sangre). Si bien los niveles elevados de glucosa en sangre reciben mucha atención en los debates sobre el manejo de la diabetes tipo 2, los niveles bajos de glucosa en sangre deben tratarse con la misma seriedad.  Los niveles de glucosa (azúcar) en sangre requieren de ayuda urgente de otras personas, así como el uso de un tratamiento de emergencia llamado glucagón. Los niveles bajos de glucosa en sangre severos pueden provocar convulsiones, desmayos y caer en coma.

Si te estás inyectando insulina, ya sea de acción prolongada o durante las comidas, ésta es otra razón por la que es importante saber cuánta te estás inyectando y asegurarte de que te estás inyectando el tipo de insulina correcto. Pregúntale a Jean, quien accidentalmente se inyectó 18 unidades de insulina para las comidas cuando creía que se estaba inyectando la de acción prolongada.

«Llevo unos 8 años utilizando insulina de acción prolongada y unos 5 con insulina para los tiempos de comida», explica Jean, quien ha vivido con diabetes tipo 2 desde hace 19 años y quien fuera diagnosticada luego de tener diabetes gestacional. «De hecho, he olvidado utilizar la de acción prolongada por la noche. A veces se convierte en algo tan rutinario que te vas a dormir y te preguntas si te inyectaste o no.  Normalmente uso 18 unidades de insulina de acción prolongada por la noche e insulina para los tiempos de comida una vez al día o cuando la necesito para una comida copiosa. Una noche, me acosté y me puse 18 unidades de insulina para los alimentos. En cuanto me inyecté, supe que me había equivocado y que tenía que estar al pendiente por el riesgo de niveles bajos.

Aunque Jean había salido ilesa, acabó cometiendo el mismo error una segunda vez.

«La segunda vez que me pasó, pensé que tenía las bases cubiertas», dice Jean. «Pero uno comete errores, y simplemente sucede. Aquella vez, puse la alarma y mi nivel de glucosa en sangre no era alto cuando me acosté, lo que significaba que me había preparado para el desastre. Tuve que poner la alarma en mi teléfono cada 45 minutos o una hora para comprobar mi nivel de glucosa en sangre durante toda la noche. Acabé comiendo más esa noche y lo superé. Pero fue realmente aterrador. Nos puede pasar a los mejores, y si ocurre, tienes que estar alerta».

Normalmente, Jean mide su nivel de glucosa en sangre unas cuatro veces al día. Ella procura no comprar ni jugos ni dulces aunque se suelen usar para tratar niveles bajos de glucosa en sangre. Sin embargo, su marido sí lo hace, lo que significa que debe decidir cuidadosamente cuánto come o bebe si sus niveles de glucosa bajan. Jean, quien trabaja como enfermera y atiende a pacientes de edad avanzada en un centro de cirugía de cataratas, conoce el glucagón como opción de tratamiento de emergencia, pero opta por jugo o leche con chocolate para solucionar estas situaciones.

Crear tu propia forma de llevar un registro de la cantidad de insulina que te pones cada día es importante para evitar que te saltes las dosis o que accidentalmente te pongas demasiada. Aunque Jean no es partidaria de usar aplicaciones o diarios, ella utiliza una cuadrícula de papel para tachar si necesita usar insulina de acción ultrarápida a la hora de comer y en qué cantidad. ¿Y la de acción prolongada? Como tiene una cantidad fija que se pone cada noche, le resulta fácil recordar la cantidad que utiliza cada día.

Jean no siempre se sintió cómoda de usar la insulina para el manejo de su diabetes de tipo 2. Al recordar la primera vez que le sugirieron que empezara a utilizar la insulina, Jean admite que se sintió fracasada, a pesar de que su endocrino le aseguró sus beneficios. Jean creía que no vigilaba lo suficiente ni hacía dieta y sentía que no hacía suficiente ejercicio para evitar la necesidad de usar insulina para controlar su diabetes.

«La gente asumía que mi diabetes debía ser muy grave», dice Jean. «Pero empecé a pensar en ello de esta manera: tu cuerpo es como un coche y las piezas se desgastan. Yo sólo le doy mantenimiento. Me estoy medicando y ya no me avergüenzo de ello. Al principio, creo que mucha gente pensaba lo mismo que yo: que lo había estropeado o que había fallado de alguna manera. Pero no creo que eso sea correcto. No creo que sea la forma en la que debamos sentirnos».

Part of that acceptance is understanding diabetes differs for everyone. “You can take two people with Type 2 diabetes, same body size, height, and weight, and even lifestyle. You can give them the same food and their blood sugar will differ. I could eat the same thing I’m eating today and have it tomorrow, and my glucose can be different on both days. There’s no rhyme or reason to diabetes, sometimes. What matters is to know it’s never your fault that you have diabetes or need insulin to manage it.”

Parte de esa aceptación incluye comprender que la diabetes es diferente para cada persona. «Puedes tener a dos personas con diabetes de tipo 2, con la misma altura y el mismo peso e incluso con el mismo estilo de vida. Puedes darles la misma comida y su nivel de glucosa en sangre será diferente. Puedo comer lo mismo que hoy y tomarlo mañana, y mi glucosa puede ser diferente en ambos días. A veces, la diabetes no tiene ni pies ni cabeza. Lo importante es saber que nunca es culpa tuya tener diabetes o necesitar insulina para manejarla».


 

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T’ara fue diagnosticada con diabetes tipo 2 en julio de 2017 a la edad de 25 años. Desde su diagnóstico, centró sus estudios académicos y su carrera en la concienciación sobre la diabetes y en vivir una vida plena con ella. Está emocionada de haberse unido al equipo de Beyond Type 1 para continuar con su trabajo. Dos años más tarde, T’ara descubrió que había sido diagnosticada erróneamente con Tipo 2 y en realidad tiene diabetes tipo LADA. Fuera de la oficina, a T’ara le gusta ir al cine, visitar parques con su perro, escuchar BTS y cocinar comidas increíbles y saludables. T’ara tiene una maestría en educación nutricional de la American University.

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Autor

T'ara Smith MS, Educación en Nutrición

T'ara fue diagnosticada con diabetes tipo 2 en julio de 2017 a la edad de 25 años. Desde su diagnóstico, centró sus estudios académicos y su carrera en la concienciación sobre la diabetes y en vivir una vida plena con ella. Está emocionada de haberse unido al equipo de Beyond Type 1 para continuar con su trabajo. Dos años más tarde, T'ara descubrió que había sido diagnosticada erróneamente con Tipo 2 y en realidad tiene diabetes tipo LADA. Fuera de la oficina, a T’ara le gusta ir al cine, visitar parques con su perro, escuchar BTS y cocinar comidas increíbles y saludables. T’ara tiene una maestría en educación nutricional de la American University.